Postraos y sed curados

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Lucas 5:12,13: 12 Estando él en una de las ciudades, se le apareció un hombre lleno de lepra, y al ver a Jesús, se postró sobre su rostro y le rogó: Señor, si quieres, puedes limpiarme. 13 Entonces JESÚS extendió su mano y lo tocó, diciendo: Quiero; estar limpio. En el mismo momento la lepra desapareció de él. Que hermosa actitud la de este hombre. Lo adoró, adoró al Señor. Con humildad y respeto cayó rostro en tierra, ¡aleluya! Puntos a destacar: 1. Al humillarse y postrarse boca abajo ante JESÚS, también demostró su fe. Con esta actitud, el milagro ciertamente sucedería. Ese hombre estaba desesperado, pero aun así logró tener una actitud maravillosa hacia JESÚS. Con su acción reconoció la autoridad y el poder de JESÚS para sanarlo. Esto se evidenció en sus palabras: “SEÑOR, si quieres, puedes purificarme”. Este hombre confió en el poder de JESÚS, ¿y tú confías en Su poder para cambiar esta situación por la que estás pasando? Así como este leproso que demostró fe en DIOS, debemos confiar en Su poder, en el poder de JESÚS. No importa la situación que estés viviendo, cree, arrodíllate ante la presencia del DIOS invisible pero real y entrégale tus dificultades. 2. Este hombre, como tantas otras personas, seguramente había oído hablar de la fama de JESÚS. Mateo 4:23-25: 23 Y JESÚS recorrió toda Galilea, enseñando en las sinagogas, predicando el evangelio del reino, y curando todas las enfermedades y dolencias en el pueblo. 24 Y su fama se extendió por toda Siria; y le trajeron todos los que padecían, padecían diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, los lunáticos y los paralíticos; y él los sanó. 25 Entonces lo siguieron grandes multitudes desde Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y del otro lado del Jordán. Postrándose, fue sanado por la compasión del SEÑOR JESÚS. A través de su humildad, JESÚS no sólo lo sanó, sino que lo tocó. ¿Tocar a un leproso en aquel entonces? Sí, JESÚS lo tocó. Era considerado inmundo, pero JESÚS lo tocó. ¿Qué podemos entender con esta actitud de JESÚS? Sólo Su gran compasión para ayudar a ese hombre devolviéndole la salud. No es diferente para ti estos días. Este hombre era alguien marginado por la sociedad. Con la extensión de su mano, JESÚS no sólo condujo a aquel hombre a la curación física, sino que también le mostró un gran amor. ¿Qué entiendes por esto? Que ÉL quiere hacer lo mismo por ti y por todos. El leproso fue restaurado y reconciliado con la sociedad, con la comunidad en la que vivía. ¿Qué restauración necesitas? ¿Está también en tu salud, o en tu matrimonio, en tus finanzas? No importa DIOS tiene restauración para ti hoy, cree como ese leproso y verás suceder tu milagro. También al postrarse ante JESÚS y ser sanado se convirtió en testigo del ministerio del SEÑOR JESÚS. Quien experimenta el toque del SEÑOR JESÚS, Su sanidad, liberación, ¿qué necesita hacer? Viva en eterna gratitud, compartiendo con la mayor cantidad de personas posible lo que ÉL hizo.
Con amor en CRISTO,
Ayudante Misionero Freitas

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